“SIN PERIODISTAS NO HAY PERIODISMO, SIN PERIODISMO NO HAY DEMOCRACIA”.
Da comienzo la quinta
jornada de periodismo a voz de Alfredo, quien explica que se trata de una
reflexión social sobre la buena comunicación.
Bankia también participa
en estas jornadas, con su representante Crispín. Habla del valor didáctico y
necesario a la profesión que requiere un ejercicio de responsabilidad, análisis
y reflexión. Los atributos necesarios son TRABAJO, RIGOR, ESFUERZO Y DEDICACIÓN.
Otro de los participantes
de las jornadas es el alcalde de Segovia. Explica que en estas fechas Segovia
se convierte en la ciudad del periodismo español. Comenta en la situación de
crisis en la que vivimos todos: el descenso de ingresos en el mundo de la publicidad,
la excesiva ideologización de los medios… Para él estas son las razones de la
degradación de la comunicación en la que nos encontramos. Una sociedad tiene
que estar bien informada. Todos tenemos el derecho fundamental de la libertad
de expresión.
Por fin llega Soledad
Gallego Díaz, quien recibió en 2009 el premio Cirio Rodríguez de periodismo, en
el momento en el que era corresponsal voluntaria. El premio Cirio Rodríguez es
una de las referencias del periodismo español, uno de los más rigurosos e
importantes de este país. Nace en Madrid. Cursó periodismo en la Universidad de
Madrid y fue nombrada defensora del lector. Soledad dice que estamos en un
momento dramático y a la vez apasionante. Dramático por la cantidad de despidos
y la crisis, y apasionante por la gran transformación que debería dar lugar a
nuevas ideas y proyectos. Existe una sensación estimulante el estar en igualdad
de condiciones con respecto a los otros países (un estudiante de Tokio o de
EEUU puede tiene las mismas condiciones que cualquier estudiante de España).
Las nuevas tecnologías
nos han abierto muchas puertas. Estas nuevas herramientas, como Internet,
realizan una transformación del modelo de negocio y el periodismo por tanto
también sufre transformaciones. Al estar sin fijar un modelo de periodismo,
pueden destruirlo con sus desajustes y cambios (que hacen que las empresas
estén dubitativas).
Internet es
instantaneidad absoluta. La Web no es periódica. Soledad defiende el papel,
aunque afirma que claro que Internet informa, pero tiene riesgos: la
comunicación y el periodismo se pueden confundir. La comunicación transmite
mensajes, pero el periodismo indaga en esos mensajes y averigua si las cosas
que te dicen son verdad o no.
Para nosotros la verdad
son los hechos, una verdad que existe y que si la rechazamos estamos
renunciando a la esencia del periodismo. Soledad Gallego insiste en que hay que
aprender a saber decir “no”.
Está presente una
separación entre las diferentes generaciones de periodistas. Debemos ser
hábiles para unirnos. La gente piensa que no tenemos nada en común pero ella
dice que sí. No deberíamos permitir que el debate de periodismo se transforme
en un debate de tecnologías.
Si el periodismo es la
indagación de la verdad, como cualquier otra profesión, debe tener unas normas.
El periodismo tiene la obligación de ser irrespetuoso. Los periodistas
cuestionan temas de los que la gente no quiere saber nada. Es irrespetuoso pero
no irresponsable.
La sociedad busca la
estabilidad y los periodistas a veces se la rompen (un ejemplo claro es
anunciando que una institución es delictiva). El problema no es la objetividad,
son los hechos. Todos son respetables. Un periodista es un ciudadano como
cualquier otro, y por ello tiene derecho a tener sus ideas y opiniones, pero
tiene que contar la realidad de los hechos igualmente (aunque no sean de su
agrado porque van en contra de su ideología) y separar en cierto modo su vida
personal de su vida profesional.
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